RUIDOS MISTERIOSOS

Una niña vivía en la planta baja de una casa. Sus vecinos de arriba eran una familia con tres hijos y un perro. Por la noche el bebé siempre lloraba y siempre se oían ruidos de muebles arrastrándose y de niños jugando. Se oían sillas caer. Canicas rodar. Pisadas fuertes. Gritos de enfados. Los niños saltando. El perro ladrando...
Un día la niña, cansada de tantos ruidos, subió a quejarse. Cuando abrieron la puerta... ¡No había ningún niño! ¡Allí vivía solamente una ancianita de 85 años!
La niña se quedó con la boca abierta de la sorpresa. ¿Pero de dónde salían esos ruidos?
La niña bajó corriendo a su casa. Se lo explicó todo a sus padres pero ellos no la creían.
A la noche siguiente, volvieron a oírse esos ruidos tan misteriosos. La niña temblaba de miedo en su cama. A la mañana volvió a casa de la anciana y de repente... Nadie abrió la puerta. ¿La ancianita había muerto? Se seguían oyendo los ruidos de los tres niños que no existían...
Sus padres subieron con ella. Al llamar al timbre oyeron ladridos. Decidieron llamar a la policía y cuando la policía llegó, forzaron la puerta. Encontraron el cadáver de la anciana. Alrededor había un gran charco de sangre. La anciana tenía un gran mordisco en el cuello.
Fueron al ayuntamiento a investigar y descubrieron que antes de la ancianita, en aquella casa, vivía una familia con tres hijos y un perro. Pero hacía tiempo que habían muerto. Fueron asesinados. Se convirtieron en fantasmas y nunca abandonaron su casa.
La leyenda dice, que si entras a esa casa, jamás podrás salir vivo.

Ana López Goñi. 9 años. Pamplona (Navarra).

El jurado considera que el cuento de Ana bien podía haberlo firmado Edgar Allan Poe en sus años mozos. Engancha desde sus primera líneas, ha sabido llevar muy bien el misterio, mezcla el terror con el género negro, y tiene un final que nos ha dejado temblando. Nos ha sorprendido que una niña de 9 años sepa manejar tan bien estos registros.

¡Enhorabuena!