Un día, unos pájaros que volaban más deprisa de lo normal, escapaban de un cazador que daba mala sensación, porque dicen que fue a la cárcel el mes pasado. Pero, ¿qué pasó? Una bala le dio a un pájaro; entonces, una niña encontró al pájaro. La niña lo llevó a la veterinaria para que lo curaran, ¡menos mal que lo salvaron de milagro!
Cuando la niña le pagó a la veterinaria se lo llevó a su casa, le dio de comer, le hizo una cama... y lo adoptó. ¡Qué bonita es esta historia!
Mireia Escolano Planelles. 10 años. 5º A. Colegio Miguel Hernández. Crevillent (Alicante)
Está claro que este es uno de los textos sobre pájaros resultado de que Mireia haya dejado volar su imaginación, y nunca mejor dicho lo de volar.
ResponderEliminarLas historias que hablan de protección a la naturaleza y de solidaridad siempre son bellas.
Mis felicitaciones para esta pequeña escritora.
Un abrazo.
Gracias en nombre de Mireia. Cuando lea tu comentario se pondrá muy contenta.
EliminarUn abrazo.
Los cazadores nunca han sido muy amigos de los pájaros. Menos mal que los niños sí lo son. Felicidades, Mireia.
ResponderEliminarNiños y pájaros hacen buenas migas. Gracias, anónimo, por comentar. Un saludo.
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