EL PRÍNCIPE DE LA NIEBLA, de Carlos Ruiz Zafón

Supongo que el cambio de residencia de una familia, unido a determinados misterios o fenómenos extraños que les suceden a todos o a alguno de sus miembros en el nuevo hogar, es un argumento bastante clásico en Literatura, que se ha utilizado en muchas novelas y que se seguirá utilizando para atrapar al lector en la maraña del suspense.

Cuando comencé a leer EL PRÍNCIPE DE LA NIEBLA me sorprendió la semejanza que le encontraba con PERRO GUARDIÁN. En ambas hay cambio de residencia de la familia, en ambas hay un joven protagonista que no acepta con demasiado entusiasmo ese cambio (Max en la primera, Pablo en la segunda), hay un nuevo amigo para ellos (Roland en la primera, Toni en la segunda), y existe una casa que encierra enigmáticos misterios. Incluso algunas frases me parecieron casi calcadas, pero las semejanzas se fueron diluyendo conforme avanzaba el libro, pues el origen del misterio, su desarrollo, los momentos de tensión o el desenlace final son muy diferentes en una y otra obra, vamos, no tienen nada que ver, por tanto, el parecido se reduce a los prolegómenos que, como digo, se habrán repetido y se repetirán muchas veces en literatura.

No conozco a un autor que guste a todo el mundo, es imposible, como tampoco una misma obra gusta a todos los lectores. Cuando además el número de seguidores de un escritor crece de manera tan asombrosa como le ha ocurrido a Ruiz Zafón, también el número de detractores crece. A mí me gusta su literatura, me entretiene, la disfruto, incluso me siento identificada con su estilo narrativo, y esta novela para público juvenil me ha hecho pasar muy buenos ratos de lectura.

Se trata de la primera novela publicada por Ruiz Zafón, y el chico (entonces con 26 años) ya apuntaba maneras, porque con ella obtuvo el Premio Edebé de Literatura Juvenil. Después vendría todo lo demás, su enorme éxito mundial y los títulos más conocidos.

Dice Ruiz Zafón en una nota de autor que abre la edición que tengo en mi poder, que al revisar el libro (publicado por primera vez en 1993) se sintió tentado de aprovecharse de algunas cosas que había aprendido en el oficio a lo largo de los años para reconstruir y reescribir casi toda la historia, pero que finalmente le pareció más oportuno dejarla tal como era, con sus defectos y su personalidad intactos. ¿Se nota que es primera obra? Sí, se nota, como a todos se nos notan las primeras obras, pero esto no supone ningún problema, sólo es un paso, el primero que hay que dar para recorrer un largo, y en el caso de Ruiz Zafón, fructífero camino.

Sinopsis:

"El nuevo hogar de los Carver está rodeado de misterio. En él aún se respira el espíritu de Jacob, el hijo de los antiguos propietarios, que murió ahogado. Las extrañas circunstancias de esa muerte sólo se empiezan a aclarar con la aparición de un diabólico personaje: el Príncipe de la Niebla, capaz de conceder cualquier deseo a una persona a un alto precio...".