viernes, 27 de abril de 2018

LUCAS Y EL TIEMPO, EL CUENTACUENTOS


El pasado sábado 14 de abril se representaba en Albal (Valencia) un simpático cuentacuentos basado en el libro Lucas y el tiempo, que como algunos sabréis pertenece a la colección LUCAS Y... de la editorial Máximo Potencial, dedicada a promover la educación en valores y a transmitir mensajes de superación en los lectores más jóvenes.

La historia de cómo este pequeño libro que habla de la gestión del tiempo se convirtió en espectáculo es, cuanto menos, original. A primeros de marzo recibí un e-mail de un desconocido que se presentaba como Josep, añadía que era lector de mi libro Lucas y el tiempo y que actuaba como clown y cuentacuentos. Me contaba que una Falla de Albal lo había llamado para participar en una gala benéfica y que había pensado llevar a esa localidad valenciana un cuentacuentos basado en mi libro. El contacto finalmente tenía como objetivo pedirme permiso para poder realizar el espectáculo. Sí, así es, en estos tiempos en que la gente se apropia de lo quiere sin más contemplaciones, Josep se dirigió a mí para pedirme permiso. Y por supuesto se lo di encantada y agradecida, y no solo eso, sino que involucré a la editorial para que donara algunos libros que pudieran ser sorteados en la susodicha gala benéfica (destinada a recaudar fondos para ayudar a un niño enfermo).

Fin de la primera parte.


La segunda parte, la bonita (y no es que la primera no lo sea, porque a mí me parece preciosa), es la crónica de lo que allí acontenció el sábado día 14, y ese protagonismo se lo cedo a Josep (Serendipio para los amigos), que nos lo cuenta así de bien:

"Serendipio se quitó la nariz y se sintió charlatán, así que tomó su sombrero y fue a contarles un cuento a los niños. Se sabía casi de memoria el de "Lucas y el Tiempo" escrito por Maribel Romero e Ilustrado por Dolça.
Así que cargado con su portátil, un proyector, una bolsa llena de regalos, otra con ropa, un alargador de 25m, un mantel azul, los cronotipos, bolis de colores, papelitos y una versión gigante del libro, se presentó en la falla joventut d'albal. En el cartel de la gala ponía su nombre, así que debía acudir.
Con toda su pachorra, se comió un bocata de longaniza mientras algunos de los falleros preparaban el escenario. No era plan de contar un cuento con las tripas rugiendo, y el artista tiene que comer... La falla había organizado una gala benéfica para ayudar a costear las operaciones de Roberto, un niño del pueblo.
Cuando ya fue prudente que no se pasase de listo, comenzó a colocar sus cosas y al poco empezó la función.
Estaba emocionado! Este cuento había llegado a sus manos gracias a la conferencia de Javier Rivas Cao. Y era justo lo que andaba buscando, un cuento sobre inteligencia emocional y gestión del tiempo. Una forma lúdica de compartir enseñanzas y calar con algo positivo en los niñ@s.
En realidad quería hacerles así así así con el dedito índice... pero lo de antes era una buena excusa.
Antes de empezar, no pudo evitar jugar un poco con sus espectadores:
-¿me pongo el sombrero de contar cuentos?
- Siii
-¿de verdad queréis que me lo ponga?
- Que siiiiiiii
- ¿pero lo estais diciendo en serio?¿de verdad quereis que me lo ponga?
- Que siiiiiiiii pesaooooo
Y ahí empezó la magia...
Me guardo los detalles de la actuación para no hacer spoiler de mis sentimientos. Pero, hablamos, hicimos números con la calculadora, rompimos calendarios, hubo sombras chinescas, perdimos papeles, y llegamos a la conclusión y el acuerdo; de que aburrirse es una perdida de tiempo, sobre todo de tiempo de calidad.
Y para celebrar el descubrimiento Serendipio les regalo una cajita con una moneda de chocolate, para que recordasen que el tiempo tiene valor. Hasta hubo un sorteo porque la editorial Máximo Potencial había tenido a bien regalarnos unos ejemplares para colaborar en la Gala.
Al acabar hubo aplausos, sonrisas y energía positiva... aunque no se quedó... y cargado como una hormiguita se escabulló entre la gente en dirección a una cita...
...pero eso es otro cuento".
.
A mí me parece realmente emocionante todo, desde que alguien se haya fijado en mi libro para convertirlo en espectáculo, hasta que este se haya representado para una finalidad tan noble como es ayudar a un niño enfermo. Y todo esto porque sí, porque Lucas y el tiempo desató la magia. 

Quiero agradecer a Josep Silla (y a Serendipio) su interés en este libro, su generosidad y buen hacer, porque la historia estaba escrita, pero convertirla en cuentacuentos, con todo lo que ello conlleva en cuanto a montaje de escenario, decorados, personajes y adaptación del relato, es un trabajazo para quitarse el sombrero. Gracias sinceras.


Lucas y el tiempo está ahora en promoción. Por la compra del segundo título, Lucas y la amistad, directamente a la editorial, lo envían de regalo.


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