En diciembre de 2010 salió la primera entrega, Charli y los cinco peligros; en diciembre de 2013 la segunda, Charli y el cofre del tesoro; y en la tarde del pasado miércoles, 14 de junio, presentábamos en librería Ali i Truc de Elche la tercera y última, Charli en la Isla del Terror.
Una novela que nació sin afán de continuidad ha seguido creciendo a petición de los lectores, que desde el primer momento se entusiasmaron con Charli, su perro Seven y sus increíbles aventuras. Pero no solo los niños disfrutaron de las hazañas del personaje, también los padres y los docentes quedaron atrapados por los valiosos mensajes de educación en valores que transmitía la historia. Quizá la suma de todos estos ingredientes sea la razón de su éxito, al que también ha contribuido, sin ninguna duda, el excelente trabajo del ilustrador, José María Clémen, que ha dado vida con sus maravillosos dibujos a las tres entregas.
Considero, no obstante, que con este tercer libro, para mí el más cañero de todos, se cierra el círculo. Posiblemente Charli podría seguir deleitándonos con nuevas gestas, y estoy segura de que así me lo pedirán los pequeños cuando en el próximo curso comience los encuentros en colegios, sin embargo, me gusta dejarlo como trilogía, puesto que, aunque he intentado mantener individualidad en cada entrega, no dejan de existir nexos entre las tres y lo ideal es conocerlas todas, seguir la aventura desde sus inicios y disfrutarla al completo.
Charli, por tanto, acaba con esta incursión en la Isla del Terror, y mi consejo es que aprovechéis el verano para descubrirlo, si aún no lo habéis hecho. Yo estaré siempre inmensamente agradecida a este personaje que me ha llevado a reunirme con tantos niños y niñas de toda la provincia de Alicante. El próximo lunes, sin ir más lejos, cerraré los encuentros del curso en el colegio Hispanidad de Elche, precisamente con lectores de esta trilogía.
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