"Un escritor ha comenzado a escribir un cuento, pero se ha despistado y lo ha dejado a medias. ¿Eres capaz de acabarlo tú?"
Con este enunciado, los chicos y chicas del curso de Escritura Creativa que imparto en Crevillent, han desplegado su imaginación para dar continuidad al cuento de LA GATA ENCANTADA, que previamente les había entregado solo con el comienzo.
Todos han trabajado muy bien y han demostrado ser creativos, pero solo un cuento ha sido seleccionado para publicar en este blog (habrá otras oportunidades para los demás) y es el de Elisabeth Mancebo Torá, tiene 11 años y es alumna de 6º de Primaria.
Os invito a leer el cuento de Elisabeth. La parte que aparece en negrita es la que yo facilité, el resto es obra suya.
LA GATA ENCANTADA
Érase un príncipe muy admirado en su reino. Todas las jóvenes casaderas deseaban tenerlo por esposo. Pero él no se fijaba en ninguna y pasaba su tiempo jugando junto a las llamas del hogar con Zapaquilda, una preciosa gatita.
Un día dijo en voz alta: "Eres tan cariñosa y adorable que, si fueras mujer, me casaría contigo".
En el mismo instante apareció en la estancia el Hada de los Imposibles y se puso tan celosa que convirtió a la gata en un horroroso caracol insignificante. El Hada de los Imposibles adoptó forma humana y le dijo al príncipe que le amaba con todo su corazón. Él, en cambio, le dijo que no quería nada con ella.
Zapaquilda tardó una hora en salir de aquella habitación. En el pasillo encontró un agujero de dos centímetros. Allí encontró al ratón Sabiondo Brujo. El ratón Sabiondo Brujo vio que había una presencia extraña, notó un hechizo maligno, pero era tan sabiondo que con esfuerzo y dedicación consiguió quitárselo.
Zapaquilda le preguntó que si con uno de sus hechizos podía convertirla en una humana, pero él le dijo que no tenía los ingredientes. Zapaquilda tuvo que enfrentarse a muchos peligros para conseguir el ojo de Enderman, un monstruo cuyos ojos son lilas y si los miras te mata. Cuando se lo llevó a Sabiondo Brujo la convirtió en una bella mujer con una piel blanca, mejillas sonrosadas y ojos azules.
Cuando el príncipe la vio cayó rendido a sus pies. Ella cogió al chico y lo besó. Con aquel beso, Zapaquilda empezó a volar y destruyó al Hada. El príncipe César se casó con Zapaquilda.
Esta es la bella historia de la gata encantada.
Muy bonito =)
ResponderEliminarGracias, Färfalla. Me alegro de que te haya gustado el cuento de Elisabeth. Un saludo.
Eliminar