viernes, 8 de julio de 2011

CRÓNICA DE UNA TARDE DE FIRMAS

Si las Ferias del Libro en otras ciudades se han caracterizado por la lluvia y el mal tiempo, en la jornada de ayer en Alicante, el principal protagonista, por encima de los autores y de sus obras, fue el calor. Altas temperaturas y un elevado grado de humedad no fueron óbice, sin embargo, para que los alicantinos y los turistas que pasan estos días en la bella ciudad mediterránea, se pasearan por la Explanada de España, helado o refresco en mano, dispuestos a echar una ojeada a las casetas repletas de libros.

La cuadragésima primera edición de la Feria del Libro de Alicante, que se celebra del 1 al 10 de este mes, homenajea a la figura del alicantino Rafael Altamira, humanista, historiador, pedagogo, crítico literario y escritor entre otras cosas, cuando se cumplen sesenta años de su muerte en México.

Y bien, tras estos breves antecedentes, voy a ser aún más breve, insertando algunas fotos y comentándolas.

La cita era a las siete y media de la tarde en la caseta de Información, que pertenece a la Asociación Provincial de Libreros de Alicante. Allí nos encontramos cinco autores dispuestos a firmar nuestras respectivas obras.

A mí derecha tengo a Manuela Maciá, escritora y amiga (además de compañera en el libro de relatos EL PINTALABIOS), que firmó su novela ETERNAMENTE HELENA.



Y yo, como sabéis, firmé "Charlis". Por cierto, todavía no hemos descubierto qué contiene el cofre encontrado por nuestro amigo aventurero, pero éste que veis sobre la mesa vino cargado de chupa-chups, que tampoco está mal ¿no?

Tuve el placer de encontrarme con muchos amigos, a los que agradezco de corazón su visita. Entre ellos vi a Natalia, de La Libreta de Notas (Natalia, te sienta muy bien el corte de pelo, estás muy guapa). Y también pasó por allí el escritor alicantino José Antonio López Rastoll, al que muchos conocéis por su blog EL MIRADOR.


(En realidad somos más guapos). Por cierto, Jose, llevaba tu libro de cuentos EL MIRADOR en el bolso para que me lo firmaras, pero con la emoción y los nervios del momento se me olvidó. Qué rabia.

También pasaron por allí algunas autoras del libro de relatos EL PINTALABIOS (Paqui Pérez Gallego y Rafaela Lillo). Manuela Maciá y yo también somos integrantes de ese proyecto.


Y nuestra amiga común, Mariló, pegadita al teléfono.

Las firmas comenzaron pronto.


Curiosamente un lector se acercó para que le firmara DOSCIENTAS CUESTIONES DE DERECHO QUE TODO EL MUNDO QUIERE SABER, mi primer libro publicado en solitario, en este caso de materia jurídica. También se llevó un Charli.

Y este es el libro dedicado a Sara.


Una simpática niña de cinco años.

Mi familia también me acompañó en una tarde tan especial.


Y no me puedo quejar, firmé muchos libros.

Muchas gracias a todos.

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